jueves, 20 de noviembre de 2014

Postura correcta: bipedestación y sedestación


Como os imagináis por el título me refiero a esa postura o posición para la que nuestro cuerpo está diseñado, y de la que en muchos casos nos alejamos bastante, buscando, comodidad ¿Tal vez? Sin duda una comodidad falsa, porque hacia lo que sí que nos acercamos, es hacia patología o lesión.

Desde este post no me gustaría alarmaros, mucho menos que se convirtiera en un post catastrofista, nada más lejos de mi interés, sino que me encantaría daros un par de truquitos, para que a través de ellos os sintáis mejor, porque sin duda si tenéis una buena posición a lo largo de vuestra vida cotidiana, esto va a influir en vuestro estado de ánimo, en los deseos de relacionaros con los demás, en las ganas de hacer cosas, etc.

¿Por qué? Porque os vais a sentir bien.

En el programa de radio, "Todo lo que Pilartes puede hacer por ti " de esta semana pasada del martes día 11, en Ibiza Blue Radio, hablé de este tema larga y profundamente.

Si estáis interesados en escucharlo, podéis hacerlo, entrando en Ivoox, buscar Pilartes y ahí estarán los podcast de cada programa, que se emiten los martes de cinco a seis de la tarde.

Aquí os voy a dar unos toquecillos a tener en cuenta sobre todo en las dos posiciones en las que permanecemos mayor tiempo a lo largo de nuestra vida que son: la bipedestación  y la sedestación.

Bipedestación significa estar de pie, se trata de una posición a la que el ser humano consiguió llegar hace muchos años ya, pero que todavía nos desgasta mucho, articularmente  hablando.

Un par de cosas a tener en cuenta en esta posición:

Primero aumentar la conciencia del apoyo del peso del cuerpo en los pies, fundamental para evitar compensaciones musculares que acarreen problemas mayores. Nuestros pies están diseñados para soportar el peso del cuerpo a través de un trípode, es decir de tres puntos de apoyo:
  • el primero, el más conocido, que es el talón en el que se apoyará el 33% del peso, ya que al ser tres puntos se reparten igualitariamente,
  • el segundo punto de apoyo, es la base del segundo meta, esto es la parte de abajo justo donde empieza el dedo gordo del pie,
  • el tercer punto es la base del quinto meta que se corresponde con el  dedo pequeño.


¿Y esto qué os hace pensar?

Qué el 66% del peso del cuerpo está en la parte delantera pie y no en los talones como mucha gente piensa.

Se debe a que el ser humano realiza su vida por delante, con lo que necesita poder moverse por su parte delantera.

¿Qué ocurre, si nosotros cambiamos y ponemos todo el peso en los talones? 

En principio nos vamos a caer hacia atrás, para evitar semejante trastorno, nuestro cuerpo que es sabio, tratará de evitarlo curvando un poco más la lordosis lumbar, este hecho hace que nuestro abdomen salga para adelante y compense el peso hacia atrás. De esta manera podremos mantener el equilibrio.

Nuestro organismo es un superviviente y va a utilizar todo lo que tenga a su alcance para salvaguardar su integridad, de la forma que sea.

Imaginaros que cantidad de “cosas” pueden pasar, si ésta se convierte en nuestra posición habitual: abdomen prominente, hiperlordosis, excesiva presión en articulaciones relacionadas con el sacro…

El segundo aspecto que me gustaría puntualizar se corresponde con la posición de sedestación, (sentados).
La forma correcta de sentarse es sobre los isquiones, éstos son los huesos que tenemos debajo de los mofletes del culete. Si nos sentamos rectos y metemos las manos por debajo de cada uno de los glúteos notaremos esos huesos.

De la misma manera que en el ejemplo anterior, nuestro cuerpo está diseñado para sentarnos sobre estas protuberancias, que hacen que nuestra posición se mantenga erguida.

¿Cuántas horas al día permanecemos sentados? 

Si realmente las contáramos, nos sorprendería la cantidad de tiempo que usamos esta posición en nuestra vida cotidiana, y todavía nos sorprendería más, conocer cuántas de esas horas lo hacemos en una posición realmente correcta.

¿Qué puede ocurrir si, como casi es muy normal, al estar sentados durante mucho tiempo empezamos a recostarnos, aunque sea poco a poco?

Sucede justo al contrario que en el ejemplo anterior, al recostarnos nos sentamos sobre el hueso sacro en vez de sobre los isquiones.
Este hueso ya soporta suficientes presiones diarias, con lo que aumentamos las fuerzas que sufre, si esta situación se mantiene en el tiempo, provoca una disminución de la lordosis lumbar.

Teniendo en cuenta que los materiales curvos son más resistentes que los rectos. Esa disminución de curvatura provoca una disminución inmediata de la resistencia de la columna, aparte de un acortamiento de la musculatura posterior del muslo, (isquiotibiales).

Seguir imaginando, qué pasaría si a la misma vez que aumentamos la presión sobre el hueso sacro, reducimos la resistencia de la columna.

Estos son sólo dos ejemplos de cómo siendo conscientes de dónde colocamos nuestro peso, tanto cuando estamos de pie como sentados, podemos mejorar nuestra salud y con ello nuestro bienestar.

¿Qué os parece?

Observaros, sentid y sobre todo comprobad que trabajáis a favor de vuestra salud no en contra.

Espero que os haya sido de utilidad y recordad:

Que si buscáis algo más…..PILARTES.

Gracias por estar ahí. 
Pilar. PILARTES.

No hay comentarios:

Publicar un comentario